sábado, 23 de mayo de 2009
parte 2 (novela)
Mientras las paredes de oficina guardaban aquellos gritos y regaños de mi jefe , mi secretaria entro rápidamente , parecía que la vida la venia siguiendo. Sus ojos eran tan tiernos y azules, que si los mirabas fijamente apagaban tu furia y te hacian recordar la belleza del mar y la implacable inmensidad del cielo, su boca era pequeña y tierna, tan tierna que una persona podría jurar que ante tal delicadeza seria imposible que atravesara un desentonante grito, su nariz era respingada , delgada de los costados, su piel era de color blanca , pero de aquel color de las nubes donde todo el mundo piensa en paz y tranquilidad
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